Los limerick son unas construcciones poéticas muy musicales y divertidas que yo conocí gracias a Gianni Rodari y su inspirador libro ‘Gramática de la fantasía’. Los limerick surgieron en la literatura británica allá por el silgo XVII. Pero no fue hasta el XIX cuando el escritor e ilustrador Edward Lear los popularizó como piezas humorísticas y «sin sentido» (os recomiendo la lectura de algunos de ellos: http://www.nonsenselit.org/Lear/BoN/bon010.html)
Estos poemas están compuestos por 5 versos y siguen una estructura bastante estricta. Los versos 1, 2 y 5 riman entre ellos y son, además, de arte mayor. Lo mismo hacen el tercer verso y el cuarto, que suelen ser más cortos. Es decir, un limerick tiene una rima consonante que sigue este patrón: AABBA.
Según Rodari:
«El primer verso define al protagonista. En el segundo verso se indican sus características. En el tercero y el cuarto se asiste a la realización del predicado. El quinto verso se reserva para la aparición de un epíteto final, expresamente extravagante».